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El Coaching Ágil como profesión

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El Coaching, entendido como un proceso de aprendizaje que atraviesa una persona o equipo de trabajo acompañados por un Coach, es una disciplina muy útil en la evolución organizacional hacia la Agilidad, ya que para que el cambio sea sostenible, se necesita de trasnformaciones muy profundas en la manera de trabajar e interactuar entre las personas.

Carrera Agile Coach

¿Qué es el Coaching?

Aún no existe un acuerdo universal sobre qué es el Coaching pero podría decirse que es un proceso de aprendizaje que atraviesa una persona acompañada por un Coach. El Coach brinda el contexto para que la persona (el Coachee o Cliente) pueda observarse a través de conversaciones que tiene con sí misma.

En este sentido, Coaching es el arte de asistir a las personas, profesionales, equipos u organizaciones en la superación de sus limitaciones y en el reconocimiento de sus fortalezas para alcanzar aquellos objetivos que no están pudiendo alcanzar.

El Coach asiste al cliente en identificar su situación actual y la situación a la que quiere llegar. Su tarea es indagar, preguntar, y ofrecer algunas interpretaciones sobre lo que la persona le está contando. La indagación sirve para que el cliente se escuche, se explore, se conozca y a través de esa escucha y autoconocimiento empiece a tener nuevas deducciones o nuevas interpretaciones acerca de lo que le está sucediendo, inclusive acerca de quién es. En este sentido, la meta del Coaching es buscar el cambio del observador, un vuelco, un insight, para elaborar un plan de acción.

Durante este proceso, el Coach no dirige, aconseja ni guía al Coachee, sino que lo acompaña, sirviendo de facilitador de su propio proceso de reflexión y toma de decisiones.

¿Qué es el Coaching Ontológico?

El Coaching Ontológico es una corriente dentro de la disciplina del Coaching que tiene como eje central el tipo de observador de la realidad que cada uno de nosotros somos. Desde el Coaching Ontológico decimos que allí afuera hay una realidad, pero como seres humanos que somos, no podemos alcanzarla tal cual es, sino que tenemos una "interpretación" de ella. En palabras de Rafael Echeverría: "no sabemos cómo las cosas son. Solo sabemos cómo las observamos o cómo las interpretamos. Vivimos en mundos interpretativos" (primer principio de la Ontología del Lenguaje.

Esta interpretación que tenemos de la realidad determina la forma en la que cada uno de nosotros actúa. Rafael Echeverría, en su segundo principio de ontología del lenguaje reflexiona: "No sólo actuamos de acuerdo a cómo somos, -y lo hacemos-, también somos de acuerdo a cómo actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo a lo que hace".

Por lo tanto, si cambiamos la forma en la que observamos lo que nos ocurre alrededor, estaremos también cambiando la forma en la que actuamos. En definitiva, podemos decir que cada uno de nosotros:

  1. tiene una determinada interpretación del mundo que lo lleva a
  2. actuar de una determinada manera que a su vez
  3. lo define como ser que está siendo

El Coach Ontológico se vale del poder de la escucha, la indagación y la observación de los individuos para facilitar el desafío de sus creencias y juicios. Para poder hacer esto, el Coach debe primero pasar por un proceso de transformación personal muy profundo ya que no podemos profesar aquello que no tenemos corporalizado. Actuar como Coach Ontológico requiere un cambio de observador del mundo que estamos interpretando mediante la incorporación de una serie de "distinciones" que antes no teníamos a mano.

El rol del Coaching en la evolución hacia la Agilidad

Podemos partir de que hay una conjunción de dos disciplinas, el Coaching (en este caso en su corriente Ontológica) y la Agilidad. Son dos disciplinas o profesiones jóvenes, aunque el coaching no lo es desde el punto de vista histórico.

Podemos identificar los orígenes del Coaching en la Grecia antigua, principalmente con la mayéutica de Sócrates. Pero también podemos decir que el Coaching como una profesión formal surge a mediados de los años 90 y se consolida a fines de la década del 2000 y a principios de la década del 2010 empieza a tomar impulso fuerte. Hoy en día hay muchas escuelas de Coaching y ramificaciones del coaching con diferentes enfoques. También hay muchas asociaciones o instituciones que agrupan y avalan escuelas y métodos de enseñanza sobre Coaching.

Llamamos Agilidad a un conjunto de valores y principios que se encuentran en el Manifiesto Ágil y que establecen un framework liviano de trabajo para aplanar estructuras organizacionales y acercar a las personas a la posibilidad de tomar decisiones, principalmente las operativas. La Agilidad deja las decisiones estratégicas en manos del management, o lo que tradicionalmente se conoce como el liderazgo de la organización, para que éste se aboque más a las decisiones estratégicas y no tanto operativas. Delegar esa toma de decisiones operativas viene ligado a la auto-gestión y el involucramiento.

También cuando nos referimos a Agilidad vamos a estar hablando de equipos multifuncionales, es decir, que no haya trabajo en silos (especializados) sino perfiles full stack y más amplios de acuerdo a la disciplina de que se trate, entre otros factores importantes.

El Coach Ágil acompaña al cliente a transitar una brecha de aprendizaje. Una brecha de aprendizaje representa la distancia de aprendizaje que existe entre un punto A y un punto B. El primer punto indica lo que soy, lo que tengo, lo que hago, lo que puedo hacer con mis habilidades actuales, mi situación actual, mi contexto actual. El punto B es lo que no tengo, lo que no hago, lo que no puedo, lo que no me sale, las habilidades que no tengo, el contexto que no existe pero quiero lograr, quiero poder hacer, quiero poder ser. En el camino de aprendizaje, el Coach ayuda a la persona a entender por qué está donde está y por qué eventualmente no puede transitar la brecha de aprendizaje tal cual la quisiera.

Muchas veces en las organizaciones no se practica verdaderamente la Agilidad porque el modelo mental de las personas de la organización no contribuye o no habilita, o las personas no están acostumbradas a otro paradigma que es el que se necesita para ser parte de una organización ágil.

Si intentamos encarar el acompañamiento de la evolución hacia la agilidad desde un rol específicamente de consultor, es decir que vamos a dar consejos acerca de lo se debe hacer, como consultores no vamos a generar una agilidad sostenible en el tiempo sino más bien lo que conocemos como una "agilidad cosmética".

Si se busca hacer una transformación ágil con consultoría exclusivamente, lo que obtendremos es una "agilidad cosmética".

Por ejemplo, cuántos de nosotros tenemos problemas como “quisiera dejar de fumar, quisiera mejorar mi peso, quisiera tener una vida más saludable”. El médico nos dice "tendrías que tomar menos café, menos alcohol, dormir un poco más, dejar de fumar. Y la verdad es que el médico tiene razón. Pero ¿por qué las personas no lo hacen por default y cuesta tanto a veces tener una vida más saludable? Porque el cambio es duro.

Desde la neurociencia, el cambio implica crear nuevas redes neuronales, cambiar el mindset o el modelo mental. No es solamente un cambio de actividades, de costumbres, de hábitos. Porque para generar nuevos hábitos o costumbres es necesario modificar el mindset que los sostiene. Si no se modifica el mindset o modelo mental a nivel de las personas, la transformación no será genuina ni sostenible en el tiempo.

Es aquí en donde entra el Coaching. El Coaching ayuda a que las personas logren cambiar el paradigma en el que están (punto A) y se muevan a un mindest que habilite la Agilidad y que sea una Agilidad más duradera (punto B).

Los Coaches Ágiles son claves porque no se necesita únicamente cambiar estructuras, artefactos o procesos. Lo que necesitamos cambiar son hábitos, costumbres. Son aquellas soluciones en las que las personas piensan cuando se les presenta un problema. Necesitamos cambiar esas soluciones por otras más ágiles, por hábitos más ágiles.

Diferencias entre Coaching Ágil y Entrenamiento en Agilidad

Como el Coaching Ágil es una disciplina relativamente nueva, es habitual que se confunda con otras disciplinas de servicio dentro de la Agilidad. Es por eso que a continuación veremos algunas diferencias.

Coaching Ágil no es sinónimo de entrenamiento Ágil. En una relación de Maestro-Alumno, el primero es quien tiene el conocimiento acerca de una determinada materia, mientras que el segundo es quien está interesado en incorporarlo. La relación en sí se trata, justamente, de la transferencia de ese conocimiento.

Muchas veces, aunque cada vez menos, hay una disposición jerárquica entre el maestro, quien es superior, y el alumno, quien tiene una posición de inferioridad en la relación. El alumno adopta en muchos casos una postura pasiva, expectante, en su relación con el maestro, mientras este último es quien tiene el rol activo. La materia prima del entrenamiento es el conocimiento (aquello que el maestro conoce y que el alumno no conoce).

A diferencia del entrenamiento, en el Coaching Profesional no hay una relación jerárquica. El Coach y su cliente tienen una relación donde ambos están a una misma altura. El Coaching Ágil no trata acerca de la transferencia de conocimientos.

Cuando el Coach Ágil toma el rol de entrenador, estará compartiendo conocimientos pero no necesariamente ayudando a modificar la manera de ver las cosas.

Para que la organización conozca cómo funcionan las cosas desde el punto de vista de la agilidad, se puede ofrecer un training y en este caso, el Coach tomará el rol de entrenador. El Coach se presentará como entrenador en agilidad pero sin olvidarse que su principal trabajo es acompañar a las personas a cambiar su mindset o modelo mental, y que como entrenador estará compartiendo conocimientos pero no necesariamente ayudando en profundidad a las personas a modificar la manera en la que piensan.

Diferencias entre Coaching Ágil y Consultoría

La relación que existe entre un Consultor y su cliente se basa principalmente en las soluciones que el consultor puede aportar para resolver problemáticas o necesidades del cliente.

El consultor es una persona experta y con mucho conocimiento acerca de un área específica. La materia prima de esta relación, entonces, son las soluciones que el consultor es capaz de proveer y que, muchas veces, se encarga de implementar.

A diferencia de la consultoría, el Coaching no pretende proveer soluciones a las problemáticas del cliente, sino asistir al cliente a observar su contexto desde nuevas perspectivas que le permitan encontrar sus propias, y más genuinas, soluciones. El Coaching Ágil no trata acerca de proveer soluciones o resolver problemas.

Si el Coach Ágil ofrece soluciones a los problemas, en ese momento no estará haciendo Coaching.

Toda la experiencia y conocimientos que posee el consultor, a los clientes les sirven poco para cambiar su mindset. En primer lugar, puede haber una resistencia 100% genuina, explicable por el cambio. Para lo que sí sirve este conocimiento es para que durante el proceso de coaching ágil, si el cliente toma un camino que se considera errado desde el punto de vista de la agilidad, poder marcar el límite de las opciones o soluciones que se va a ayudar a lograr.

Diferencias entre Coaching Ágil y Mentoring

La relación que existe entre el Mentor y el Mentorizado es una relación basada en la experiencia que el Mentor tiene en cierto tema y puede utilizar durante el proceso de Mentoring para servir como guía y acompañamiento del Mentorizado, de forma tal que este último desarrolle las habilidades deseadas mediante la puesta en práctica de las mismas. El elemento que da existencia a esta relación es la experiencia que el mentor tiene y transmite.

A diferencia del Mentoring, el Coaching no pretende dar el ejemplo desde la experiencia, sino desafiar constantemente las creencias, perspectivas y "sentidos comunes" del cliente. El Coaching Ágil no trata acerca de acompañar desde la experiencia.

Diferencias entre Coaching Ágil y Facilitación

La disciplina de la facilitación agrupa todas las actividades y tareas que realiza una persona identificada como el facilitador, para que un determinado grupo de personas logren ejecutar una reunión productiva e imparcial. La facilitación satisface las necesidades de cualquier grupo que se reúne con un propósito en común, ya sea para la toma de decisiones, la resolución de problemas, o simplemente el intercambio de ideas e información.

El Facilitador es quien asiste al grupo de personas a encauzar las conversaciones colectivas, no conduce el grupo, ni tampoco trata de distraer o entretener. El elemento que da existencia a esta relación es la dinámica que el facilitador genera en el grupo de personas.

El Coaching no está orientado a ejecutar reuniones efectivas, sino que los individuos y equipos logren aprendizajes que amplíen sus posibilidades.

A diferencia de la Facilitación, el Coaching no pretende ayudar a un grupo de trabajo a ejecutar una reunión de forma efectiva y colaborativa, sino que está enfocado a individuos y equipos de personas a auto-descubrirse y lograr aprendizajes que amplíen sus posibilidades. El Coaching Ágil no trata acerca de facilitar reuniones de grupos de personas.

De Scrum Master a Agile Coach

En los últimos años, la Agilidad ha ido evolucionando en las empresas no solo la forma de hacer negocios, sino también la manera de liderar equipos y gestionar el trabajo. Al mismo tiempo, se fue cristalizando un rol fundamental: el Coach Ágil, como facilitador, catalizador, agente del cambio. Un Scrum Master que quiera seguir avanzando en su rol dentro de la Agilidad puede considerar esta profesión emergente de Coach Ágil como un camino de crecimiento.

A continuación veremos una propuesta de carrera del Coaching Ágil, asumiéndolo como una extensión del coaching profesional según la definición de la ICF (International Coach Federation) y apoyados en la visión de Lyssa Adkins del Coaching Ágil como un conjunto de disciplinas afines: facilitación, mentoring, coaching y formación.

Se trata de un camino formado por diferentes escalones, basándonos en la International Consortium for Agile (ICAgile) para convertirse en Agile Coach, y complementándolo con otras apreciaciones:

1. Scrum Master

La gran mayoría de los profesionales que se inician en el mundo de la agilidad como modelo de trabajo, lo hacen a través del marco conocido como Scrum. En este marco, el Scrum Master es quien vela por el correcto uso de Scrum dentro del equipo. Con fines prácticos podemos llamar a esta etapa el “escalón cero”, para destacar la noción de que es recién el principio del camino para un Coach Ágil, y la profesión va mucho más allá del conocimiento y la correcta utilización de Scrum.

2. Facilitador de Equipos Ágiles

También hay muchos profesionales que ingresan a la agilidad por medio de otras metodologías, herramientas o marcos de trabajo más allá de Scrum. En este contexto, no podemos llamarlos Scrum Masters por no estar vinculados con Scrum. De todas formas, sea cual fuera el patrón de trabajo ágil elegido, el facilitador de Equipos Ágiles ha adquirido habilidades de facilitación, de apoyo en la toma participativa de decisiones, resolución de conflictos y auto-organización. En el caso de que el profesional haya evolucionado desde el “escalón cero”, entonces se desempeña como Scrum Master y ha incorporado las habilidades antes mencionadas a su caja de herramientas.

Siguiendo el camino de desarrollo como Coach Ágil propuesto por el Consorcio Internacional para la Agilidad (ICAgile) con la contribución de referentes como Marsha Acker, Lyssa Adkins, Ahmed Sidky y Michael Spayd, el facilitador opera típicamente dentro de las fronteras de uno o dos equipos ágiles. El facilitador de equipo no es responsable o no está calificado aún, según este enfoque, para llevar adelante iniciativas de evoluciones ágiles. En cambio, es más apropiado para facilitar las actividades de un Equipo Ágil.

3. Coach Ágil

Un Coach Ágil o Agile Coach es un facilitador de equipos ágiles que ha alcanzado un nivel experto en Agilidad. El Coach Ágil ha desarrollado habilidades más avanzadas de facilitación, inclusive training y mentoring, aunque sabe diferenciar claramente entre estas disciplinas y es capaz de identificar en qué situaciones se requiere cada una. Adicionalmente a sus habilidades de facilitación, mentoring y liderazgo, ha incorporado habilidades de coaching profesional, según la definición de la ICF. Su foco se eleva a un nivel de múltiples equipos y se apoya en esta familia de disciplinas (coaching, facilitación, mentoring y training).

El Coach Ágil posee habilidades avanzadas de training, mentoring y facilitación, aunque sabe diferenciar claramente en qué situaciones se requiere cada una de ellas.

Un Coach Ágil brinda coaching y/o mentoring a Scrum Masters y facilitadores de equipos ágiles. Su foco está en la relación que existe entre diferentes equipos, posiblemente de un mismo departamento o área dentro de la organización. Tiene experiencia para iniciar la transformación de equipos hacia la agilidad. Este nivel es un posible landing point para muchos coaches ágiles.

4. Coach Ágil Empresarial

En este nivel, el Coach Ágil ha incorporado habilidades sistémicas, es capaz de escuchar la conversación a nivel organizacional, de hacer coaching ejecutivo al equipo de liderazgo de la organización, y de identificar las diferentes culturas organizacionales. Conoce sobre patrones de gestión del cambio cultural y es capaz de facilitar estrategias para sobreponerse a la resistencia organizacional. Un coach ágil empresarial es capaz de trabajar con niveles más operativos como estratégicos, Scrum Masters, facilitadores, gerentes, ejecutivos y C-Levels.

Generación de evidencia para cualquiera de los niveles del Agile Coaching

Es importante que destaquemos que el profesional genera continuamente evidencia ante la comunidad (colegas y organizaciones) que hace que se lo considere suficientemente experto como para abordar cada nivel. Si bien tiene un aporte significativo, no es suficiente la realización de cursos y/o talleres para alcanzar un nivel experto. El experto experimenta, hace y comparte.